La mayoría de los visitantes a un programa Montessori se quedan asombrados de lo pacíficos, agradables y bien educados que son los niños. Los programas Montessori son reconocidos por la autodisciplina de sus niños. Lo interesante de esto es que el método no involucra técnicas de coerción o manipulación. Los niños no ven a sus maestros como estrictos o malvados. No se utilizan técnicas de fuerza o poder.
Básicamente, lo que sucede es que los niños encuentran que sus necesidades están siendo satisfechas. Les gusta el maestro y el aula. Sienten que el maestro se preocupa por ellos y es una fuente de ayuda. El maestro se da cuenta de que los niños quieren ser queridos: quieren ser aceptados como miembros del grupo; nadie quiere ser un problema.
Por lo tanto, un niño que tiene dificultades necesita ayuda. Simplemente necesita que se le muestre de manera positiva cómo satisfacer sus necesidades. A través de este proceso, los comportamientos inapropiados disminuyen y finalmente desaparecen. Esto hace que el aula sea un lugar muy agradable tanto para los niños como para el maestro. Las claves de este proceso son:
a. Un ambiente preparado para satisfacer las necesidades de los niños.
b. Un maestro capacitado en métodos positivos y constructivos para ayudar a los niños.
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Referencia: Montessori World Educational Institute www.montessoriworld.org